Si tu cita se retrasa unos minutos, no aparezcas de improviso y hagas que tu cita te espere. Si no estás seguro de la hora, no aparezcas dos o tres minutos antes. Puede que a ti no te parezca nada, pero los demás no son tan observadores como tú, sobre todo cuando intentas impresionarles. Cuando llegas demasiado pronto, puedes parecer ansioso, nervioso y/o apresurado, lo que puede poner nervioso a tu cita. Y también puede hacer que se pregunten por qué eres tan exigente con la hora de llegada.
Si llegas tarde porque estabas en el coche de camino al restaurante, aparca cerca y discúlpate. No entres corriendo cuando llegues. Si has aparcado cerca y tu cita se retrasa unos minutos, no hagas que te espere ni entres corriendo porque creas que te está esperando. No es raro que haya otra persona en el mismo aparcamiento, así que no te sorprendas si tu cita ve a otra persona que parece que te está esperando. Es posible que tu cita se pregunte si llegas tarde porque tú también llegaste tarde.
No cambies de aspecto
Alicia Collado te recomienda que no cambies tu peinado, tu ropa o tu maquillaje sólo porque crees que debes hacerlo o porque intentas impresionar a tu cita. Lo más probable es que sólo consigas parecer tonta. Si quieres maquillarte, maquíllate. Si quieres llevar el pelo suelto, llévalo suelto. Si quieres llevar el pelo recogido, llévalo recogido. No sigas intentando cambiar tu aspecto sólo para complacer a tu cita o para sentirte mejor contigo misma. Tienes que aceptarte tal y como eres, y puede que tu cita te encuentre molesta e irritante si no para de decirte que te calmes.